lunes, 9 de noviembre de 2009

14. Sta, Decadencia.


La Sta. Decadencia siempre fue una joven despierta, muy espabilada para su tiempo. Coqueteaba con todo aquel falto o escaso de moral, de principios o dineros; y retozaba en su lecho con casados , con solteros, negros, blancos, orientales y moribundos.

La Sta. Decadencia siempre fue la menos buscada, pero la recurrida por todos. La puta tuerta con la que conformarte cuando el dulce favor de cortesana no puedas probar. El placebo.

Pero a Sta. Decadencia no le importa ser plato segundo: sabe no ser un tópico de su tiempo, sino una realidad. El caldo de cultivo del que se va pudriendo. El hedor de una planta marchita permanece aún cuando la has regado de nuevo, y ha revivido.

Cuando te abrace el fin de las razas, habrás llorado por haberla conocido, porque ella sea el viaducto hacia tu final.

2 comentarios:

  1. Cuando te abrace el fin de las razas, habrás llorado por haberla conocido, porque ella sea el viaducto hacia tu final.
    Explicame eso,por favor.

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  2. En tu lecho de muerte, poéticamente hablando, te das cuenta de que la decadencia te ha conducido al final: una decadencia física (envejecimiento, deterioro), una decadencia mental ... etc.

    Algo así: lo del fin de las rzas, es que la muerte no entiende de razas a la hora de guillotinar el mundo.

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