A menudo los problemas los generamos nosotros, atormentándonos en recuerdos que nos negamos a olvidar por egoístas: porque son nuestros, nuestra propiedad más valiosa, aquello que nadie nos podrá arrebatar.
Yo creo que el tiempo pasado no fue mejor, pero parecía serlo porque quedaba entonces más tiempo para tratar de cambiar las cosas. El tiempo pasado era mejor porque aún teníamos tiempo para que lo demás fuese distinto.
Los recuerdos son solamente datos del ayer, y así deberíamos verlos. Datos de los que sacar conclusiones para el hoy. Cargarlos de emotividad los convierte en un recurso constantemente reclamado para aquellos que en sus vidas vacías tratan de sentir algo. Son un rasgado salvavidas para fracasados, que acabará por hundirles en lo más hondo de su desgracia.
Por todo la memoria de pez es tentadora, no sólo porque con ella habría de llevarse los malos recuerdos, sino porque impediría que nos acurrucásemos en aquellos tiempos mejores, o relativamente mejores, que ahora por ser mejores nos hacen sentir tan mal.
Y esto me lleva a una pregunta: ¿Nos hacen las experiencias o lo que recordamos de ellas?
No creo que sea algo malo conservar los recuerdos. Es más, los recuerdos (que no son hechos objetivos, si no eso, recuerdos) son precisamente eso que tú dices, tesoros. Para mí los recuerdos son como un paquete de regalo, que un enano de 8 brazos y tres patas, feo como un demonio (pobre normal, tol día empaquetando solo le queda tener cara de amargao)está constantemente envolviendo. Y me los deja ahí, amontonados y desordenados, por que es un gruñón y está harto ya de tanto lazo y tanta hostia; por eso seguramente me cuesta tanto acordarme de las cosas, por que el muy cabrón me las esconde.
ResponderEliminarEstán ahí, en un caos en mi cabeza. Y cuando estoy sola, cuando estoy triste, cuando estoy echando unos cafés con los colegas, echo mano de ellos. Y ahí está la gracia: que cambian. Son regalitos ocultos y que encima mutan; y dependiendo junto a quién recuerdes, tú estabas hablando, escuchando, mirando o pasabas por allí.Tenías 15 o 17. Fue hace 2 meses o la semana pasada. O el otro día. Siempre fue el otro día.
Lo que hay que tener en cuenta es que son eso. Presentes del pasado que cambiarán en un futuro ya no próximo;inmediato. Evitar por supuesto apoyarse demasiado en ellos, o mucho menos vivir sobre el montón de paquetitos. Por que pobre enano, tenerle haciendo paquetitos de paquetitos de paquetitos.... Además, una caja que dentro tiene otra caja es como responder a un Cuándo con un Por qué: no sirve PA NADA.
Pero aprender, creo que aprendemos, sobretodo, de sentarnos en la alfombra a jugar con unos cuantos. De jugar enfrentando a lo gijoe con los Ken, de las orgias de los pin y pon, de la pocas pecas gigante que arrasa el poblado de las polly pocket; de la gran batalla de los recuerdos.
Me ha encantado tu respuesta Des, no se que decir.
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