martes, 26 de enero de 2010

32. Disculpas

Disculpas, perdones, y miradas que, agachadas y escondidas por debajo de los talones, permanezcan, puede, menos bonitas, seguro, más adecuadas, siempre que rescatas algo por lo que debas sentirte mal.

Elegido su castigo desnudo mi espalda, no pediré clemencia ni piedad cuando las lanzas del juicio y de la crítica sean lanzadas sobre ella, no espero que nadie enjuague esas heridas.

Pido disculpas por mostrar lo que muestro, por decir lo que digo, por actuar como actúo, por pensar como pienso y por ser lo que soy.

lunes, 25 de enero de 2010

31. La libertad

Dosis titánicas de té con miel y pastillas recetadas específicamente para hacerte feliz.

30. Aprendizaje significativo.

Siempre he creído ser tierra. Hoy aprendí que también soy agua, agua de un río. Circula. A veces lo miran,a veces se acercan, a veces se sumergen. Pero nunca se quedan.

- ¡ Corre, corre, corre ! O nos acabarán alcanzando ...

29. Otro testimonio, otra vomitada.

- Me estás jodiendo la vida.
- Tú eres el cáncer de la mía.

28. Un testimonio,una vomitada.

La ley de la gravedad dice que todo se cae y se estampa contra el suelo, o contra la moqueta, o el barro o el asfato. Se cae un lápiz, una lágrima, la ética, el amor, una erección.

Si estamos destinados a caernos, ¿para qué levantarnos otra vez? ¿Para recibir reiterádamente el mismo impacto? ¿Para volver a pelar las rodillas antes de que estuviesen sanas y poder ver como se infectan, duelen y vomitan pus? ¿Para ser masoquistas contemporáneos que sangran como cerdos por la nariz una y otra vez? ¿Para proporcionar ideas a algún joven director de cine gore? La película Tesis es una apología del mecanismo de la vida, y la muerte es el reflejo de esta como el azul del cielo es un reflejo del mar.



Nada vale tanto la pena, nadie lo merece tanto. La legislación se construye en base a la protección suprema de la vida como algo precioso que hay que proteger, eso te enseñan en la facultad de derecho. ¿Qué ocurre cuando tu vida no es algo precioso, sino una cámara de tortura cuyos engranajes llenos de púas oxidadas te sarjan la carne y te levantan la piel? ¿Qué ocurre cuando eres tú el que se sarja la carne y se levanta la piel, y se hace daño por fuera para paliar el ruido de dentro, para tratar de que pare?

A veces cuando algo se va esperamos que vuelva. Somos como una joven que espera a su marinero junto al mar. Pero no vuelve, y la muchacha se marchita, se cuartea su piel y se fragmentan sus esperanzas. Lo que se va es difícil que vuelva. Hay que aprender a olvidarlo, aunque duela. Y si es así, ¿por qué aprendí a conocerlo? ¿Por qué le abrí la puerta y por qué entró? Jim Morrison dijo algo como que : yo no saldré ahí fuera, tu tendrás que entrar dentro de mi. Una vez abracé esa filosofía, me la tatué en el alma para poder verla siempre. Otra vez llegó alguien y la olvidé. La olvidé porque fue un juego, y los juegos siempre parecen tan inocentes. ¡Parecen! He ahí la clave - ¿la ves?¿la hueles? -. ¿Qué ocurre cuando deja de ser un juego? ¿Cuando ya no tienes edad para jugar?

Estoy cansada de la idea de maleta emocional, de las míticas mierdas que atentan contra tu persona mientras chapuceas entre la basura que te toca y que tampoco has pedido, pero que aceptas. Nos educan para poner la otra mejilla y esperar lo mejor, que , al parecer, llega siempre. Señores, voy a sentirme profeta y estrellarles la verdad contra la cara, y a decirles que esos tiempos mejores no tienen porque llegar ni producirse jamás, igual que alguien no tiene por qué nacer, o mañana no tiene por qué llover. La vida es un mecanismo biológicamente perfecto, y esto elimina los impulsos, las ilusiones y las estupideces con las que abrimos la boca y miramos a la luna y nos creemos Shakespeare.

Yo siempre digo que no sueltes el hilo, porque tarde o temprano, acabarás perdiendo tu carrete.

Nos encontramos en un tiempo en el que el valor de la piel se dispara - ¡Compren!¡Inviertan! -. Yo apuesto por la mía, puede que la recubra con grasa de caballo y la haga fuerte, tan fuerte que nada pueda penetrarla, ni el acero, ni tú. La piel, mi piel, mi manta blanquecina mutilada y pintada con escamas, lunares y cicatrices, ¿es ella mi gran amor? ¿mi hermana? ¿amante secreta? La que me arropa.

No es egocentrismo, nada más lejos: es realidad. Mi realidad. Y mi realidad es esa a la que tu jamás tendrás alcance, no imaginarás jamás la tonalidad del color desde mis ojos, ni la agudeza de un sonido desde mis oídos; ni el tacto, ni la perfección de un tacto. Pero si quieres encontrarme, busca a la chica de las manos sucias y la mirada perdida, no te hablará, pero puede que si has sobre pasado la categoría olímpica de tarado mental raruno y enfermizamente inquietante ella se acerque a ti y te de un hocicazo como un gato. Te pedirá que no lo cuentes porque tiene una imagen de chica dura que preservar por los siglos de los siglos amén.

Asusta que parezca que la vida depende de tantos factores, y al final sólo lo haga de tres.

- Cómete un gofre y calla.

(Photo by Dash Snow.)

domingo, 24 de enero de 2010

27. Lo que puedas sentir y que expresan otros.

hay unos tambores en mi cabeza que empiezan cuando estas cerca
juraria que puedes oirlos hacen un sonido tan poderoso
hay unos tambores en mi cabeza que me arrojan al suelo
juraria que debes oirlos hacen un sonido tan poderoso
mas alto que las sirenas
mas alto que las campanas
dulce como el cielo
y mas caliente que el infierno
corro a una torre donde las campanas de la iglesia resuenan
esperando que puedan aclarar mi mente
dejan un pitido en mis oidos
pero los tambores siguen sonando alto y claro
mas alto que las sirenas
mas alto que las campanas
dulce como el cielo y caliente como el infierno
cuando muevo mis pies hacia tu cuerpo
siento este sonido llenando mi cabeza
y se hace mas y mas alto
llena mi cabeza y se hace mas y mas alto
hay unos tambores en mi cabeza que empiezan cuando estas cerca
juraria que puedes oirlos hacen un sonido tan poderoso
corro hacia el rio
y me sumerjo en el
rezo para que el agua ahogue el ruido
pero mientras el agua llena mi boca
no puedo lavar los ecos
me trago el ruido y me traga entera
hasta que no queda mas en mi alma
tan vacia como ese tambor sonando
pero el sonido no ha hecho mas que empezar


sábado, 16 de enero de 2010

26. El Gentío.

Por los senderos de Dios
camino entre caballos de Troya,
como la infección que me devora la carne:
dulce, de la vida es joya.

Cada acercamiento
es un desdén a la verdad de la intención,
un falso pretexto que me regalan dulcemente a los oídos
para poder lincharme desde dentro el corazón.

Se empapan con mi sangre
- ¡ Son caníbales ! -.
Se alimentan de mí y de mi alma,
- devoción -
de mi cuerpo, de mi ser
- animales -.
Todos puercos:
similares.

- ¡A la hoguera con ellos!