sábado, 16 de enero de 2010

26. El Gentío.

Por los senderos de Dios
camino entre caballos de Troya,
como la infección que me devora la carne:
dulce, de la vida es joya.

Cada acercamiento
es un desdén a la verdad de la intención,
un falso pretexto que me regalan dulcemente a los oídos
para poder lincharme desde dentro el corazón.

Se empapan con mi sangre
- ¡ Son caníbales ! -.
Se alimentan de mí y de mi alma,
- devoción -
de mi cuerpo, de mi ser
- animales -.
Todos puercos:
similares.

- ¡A la hoguera con ellos!

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