martes, 26 de enero de 2010

32. Disculpas

Disculpas, perdones, y miradas que, agachadas y escondidas por debajo de los talones, permanezcan, puede, menos bonitas, seguro, más adecuadas, siempre que rescatas algo por lo que debas sentirte mal.

Elegido su castigo desnudo mi espalda, no pediré clemencia ni piedad cuando las lanzas del juicio y de la crítica sean lanzadas sobre ella, no espero que nadie enjuague esas heridas.

Pido disculpas por mostrar lo que muestro, por decir lo que digo, por actuar como actúo, por pensar como pienso y por ser lo que soy.

4 comentarios:

  1. treinta y dos disculpas son muchas, estoy segura de que al menos, siendo como eres (de bonita) te sobran por lo menos treinta :)

    ResponderEliminar
  2. Yo, personalmente creo (¿a caso se puede creer de otra manera ?), que uno no debería tener que disculparse jamás por como es. Quizá por como haya actuado, pero esto tampoco es del todo correcto. Ya que cada uno actúa a consecuencia de su personalidad.

    Agradecería no tener que disculparme jamás...

    PD:Es tarde de cojones, pero después de los últimos días que "viví" trabajando 21 horas en 48 transcurridas, me apetecía filtrarme por la red esta que llaman internet...

    PD2: Me mola tu blog, no sabía que escribías, no lo leí entero, pero me está gustando.

    ResponderEliminar
  3. Las disculpas no existen.

    Nunca existieron.

    ResponderEliminar
  4. llevo tiempo siguiendo tu blog!!me encanta lo sigo y me llega al corazon gracias por hacerme sentir tanto=)espero que te pases por mi blog
    http://unahuidahaciaadelante.blogspot.com/

    ResponderEliminar